Cruz López Aguilar, presidente de la CNC, informó que en lugares como la Montaña de Guerrero la ingesta principal de sus habitantes consiste, de acuerdo con reportes de Organizaciones No Gubernamentales (ONGs), solo de tortilla, chile y café, realidad que se repite en zonas indígenas del país donde hay más de 10 millones de mexicanos, y que amenaza a cerca del 80 por ciento del tercio de la población nacional rural, 30 millones, que sobrevive únicamente del autoconsumo de lo que producen de alimentos.
El problema radica, dijo, en que naciones como China, con más de mil millones de habitantes, y la India, con población similar, han aumentado su capacidad de consumo; que Rusia, por la sequía, ha bajado drásticamente su producción de trigo y, entre otros factores más, a que Estados Unidos destina su maíz a la fabricación de biocombustibles, lo que ha dejado al mundo sin inventarios, reservas, provocando escasez, carestía y especulación, por parte de las trasnacionales, no sólo en granos sino también oleaginosas y productos cárnicos.
En este sentido, "nos va a pegar muy duro; ningún país va a querer vender alimentos a México, cuyo consumo se basa más de un 50 por ciento en las importaciones, pues primero buscarán los países exportadores su soberanía alimentaria. Lo que llegue, entonces, será muy caro y de pésima calidad, "porquerías, como los despojos de carne y fórmulas lácteas, que son todo, pero nunca leche".
Cruz López Aguilar, quien además preside la Comisión de Agricultura y Ganadería en la Cámara de Diputados, dijo que el país es de los pocos en el mundo que carece de normas de calidad, responsabilidad que es de la Secretaría de Economía emitirlas, para impedir que los productores nacionales compitan con "basura alimentaria" que llega del extranjero.
El líder insistió: No se ha querido entender que estamos en una situación muy parecida a la del 2008 principios 2009, de una crisis alimentaria mundial y, lo peor, es que no he escuchado de parte del Gobierno ningún plan de emergencia o preocupación particular, pareciera que las cosas se van a arreglar por sí solas o que las va a resolver el mercado".
Por el contrario, agregó, en el presupuesto 2011 para el campo se quitaron 4,300 millones de pesos a la competitividad de las Ramas de Producción, propuesta para darle certidumbre a la agricultura comercial.
En consecuencia, el impacto será "terrible" en la Canasta Básica de Alimentos. Todo va a subir de precio: tortilla, pan, leche, aceite y carnes, pues, si fuera poco, existe un subejercicio rural del presupuesto en 2010 superior a los 30 mil millones de pesos, que deben regresarse a la Tesorería de la Federación, cuando esos recursos deberían aplicarse y no es posible por lo burocrático de Las Regla de Operación para el campo.
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